Llevo fumando desde los catorce años, eso quiere decir que llevo matandome con glamour más de media vida.
He conseguido dejar de fumar dos veces, la primera cuando me quede embarazada, y la segunda antes de verano. Actualmente, no fumaré más de 5 cigarrillos al día, lo cual no esta nada mal, teniendo en cuanta de que antes me fumaba un paquete o paquete y medio. Gracias a las leyes antitabaco, ahora puedes trabajar en un ambiente sin humo, aunque evidentemete a mi no me molestaba, comer sin humo o con él, según el ansia y el restaurante y viajar sin humo ( Una ventaja si lo vemos desde el punto de vista de salud)... Casi todos los fumadores, no nos dejamos de fumar, básicamente no porque no podamos si no porque nos encanta. Ese momento "cigarrito"... Eso es lo que dice esta ilustración de una fumadora que algún día no muy tardió mientras acaba su último cigarro dejará de fumar. A la tercera va la vencida...
Amiga... amiga del alma...
ResponderEliminarTu ilustración es fiel reflejo de una fumadora empedernida (mí caso)... Me ha encantado.
Hablemos de la ley antitabaco. Cierto es que ha sido un gran avance para que nos veamos obligados a cuidar la salud. Pero hay dos aspectos que me dan por culo:
a) Que no vendan tabaco en las gasolineras ni en los quioscos
b) Que hayan inventado eso del mando a distancia para la máquina de tabaco (solo sirve para darle por culo al pobre camarero y para decir frases míticas como "perdona, ¿me la enchufas?)
Por lo demás... cada uno es libre de ir (o no) a bares, restaurantes y demás donde se permita fumar o se prohiba.
Mil besos y reflexiones varias